No pretendo hacerte llegar este mensaje. Tampoco tengo la intención de que sepas cuáles son mis verdaderos sentimientos hacia ti. Y mucho menos me gustaría que descubras que eres tú a quien le dedico estas palabras.
Simplemente escribo esta nota con la finalidad de liberar aquellas emociones que absorben la poca estabilidad que me queda y para conservar un vestigio que me recuerde lo importante que fuiste en mi vida. p>
Hasta hace unos días, todavía pensaba que tu rostro no era más que un vago recuerdo almacenado en mi memoria que se tornaba cada vez más difuso con el pasar de los días, pero ahora no puedo dejar de visualizarlo tan fácilmente.
¿Qué fue lo que sucedió como para que nuevamente hayas recobrado relevancia en mi día a día? Ah… sí… Ayer soñé contigo y me encantó.
Querida alma gemela, la noche pasada decidiste explorar mis sueños. ¿Fuiste tú quien se atrevió a interrumpir mi descanso o fui yo quien amablemente te abrió las puertas hacia mi universo onírico?
Tampoco es como si yo hallase puesto demasiada resistencia como para no dejarte pasar. La razón principal por la que dejé que te adentraras a mi sueño fue para que al fin desnudara toda mi sinceridad contigo.
Desde hace unos días, he buscado la manera de volver a verte y, pese a que no sucedió de la manera en la que yo esperaba, me siento campante de haberme reencontrado contigo aunque sea en otra realidad.
Para que puedas refrescar la memoria de lo que sucedió aquella noche, voy a empezar a describirte cómo fue nuestro encuentro onírico y expresar los sentimientos que percibí durante esos instantes.
Mi sueño comenzó cuando bajé del automóvil de una amiga y posteriormente coloqué mis pies encima de la banqueta. Alcé la mirada y dirigí mis ojos hacia una persona que se encontraba a tan sólo unos metros de mí. Por unos instantes dudé si eras tú, mi alma gemela, quien se hallaba en aquel sitio. Rápidamente sentí un escalofrío al pensar que ignorarías mi presencia apenas te dieras cuenta de que era yo quien estaba enfrente de ti.
Pero… ¿por qué inmediatamente pensé que me esquivarías? Bueno, pues porque ya transcurrieron varios meses desde que te saqué de mi vida sin explicarte mis motivos y tampoco te he permitido regresar a ella desde entonces, así que no me sorprendería si te hubieses mostrado indiferente ante mí.
¿Cuáles fueron mis razones para desterrarte por completo de mi existencia? El hecho de que me utilizaste para cumplir tus fines egoístas sin considerar mi bienestar; las ocasiones en las que abusaste de mi amabilidad haciéndome creer que también ibas a ser así conmigo cuando no lo fuiste; las veces que exprimiste toda mi inocencia hasta quitarme el interés por las personas; los momentos en los que me hiciste sentir la persona más especial de tu vida cuando en realidad sólo fui un ente pasajero para ti; y en especial, el acto de que me mantuviste a tu lado sabiendo que yo tenía sentimientos amorosos por ti y, a pesar de que tú no correspondías ninguno de estos, no hiciste nada para marcar un límite
Puedo seguir redactando hoja tras hoja todo el dolor que me provocaba tu presencia, pero también tengo que reconocer que yo no tuve el valor de expresarte todos esos disgustos y decidí sellar mis sentimientos.
Tal vez el desenlace hubiese sido distinto si tan sólo yo te hubiese mencionado las inconformidades que me guardaba en aquellos días o también existe la posibilidad de que si te las decía, ni las ibas a tomar en cuenta. Eso es algo que nunca sabremos o quizás sí, si es que llega el día que nos reencontremos para sentarnos a hablar sobre lo que percibíamos en aquel entonces.
Regresando a mi sueño, unos segundos después de habernos percatado de la presencia ajena, corrimos velozmente para que nuestros cuerpos chocaran y se detuvieran en un profundo abrazo.
Recuerdo que, recargué mi cabeza sobre tu suave pecho, acerqué mis manos a la circunferencia de tu cintura, cerré los párpados y me dejé llevar la ternura del momento. Por otro lado, tú comenzaste a rodear mi espalda con tus brazos mientras apretabas mi cuerpo contra el tuyo y depositaste algunos de tus fríos dedos sobre los cabellos de mi nuca
Esos instantes en los que me atrapé felizmente entre tus brazos, me hicieron sentir una tranquilidad que no logro describir y también me recordaron a aquellos días en los que me brindaba paz el sólo hecho de sostener tu mano.
Ese lindo momento careció de diálogos, pero la verdad eso no me importó porque nos pudimos comunicar a través de otros sentidos, los cuales lograron transmitir un mejor mensaje que unas simples voces.
Con ese sueño me di cuenta de que por más que trate de alejarte, en verdad te extraño mucho. Pero al mismo tiempo, me llena de ansiedad no saber si tú también me consideras tu otra mitad o si sólo soy una persona más que conociste a lo largo de tu vida.
Sea cual sea el resultado, quiero manifestar en esta carta que te considero como la primera y la única persona con la que he entablado una sólida intimidad al grado de querer compartirte mi universo entero. .
Definitivamente echo mucho de menos nuestras largas y profundas conversaciones sobre diversos temas, las risas que intercambiábamos de a ratos, los agradables momentos que compartíamos y las enseñanzas que planteabas en mí.
¿Por qué enamorarme de ti hizo que todo esto que teníamos se arruinara? No… más bien… ¿por qué me obsesioné contigo? ¿Por qué mi prioridad era encontrar la manera de hacerte sentir bien? ¿Por qué pedía a gritos un recibir un poco de atención tuya? ¿Por qué me horrorizaba pensar que podrías formar un vínculo similar al nuestro con alguien más?
Sé muy bien que tú no eres alguien para poseer y tampoco pretendo coleccionar a las personas, pero… ¿Por qué desesperadamente quería formar parte de tu vida y que tú reconocieras mi presencia en ella?
Parece que mi intención era involucrarme en tu existencia de la misma forma en la que yo lo hacía contigo, pero eso fue porque decidí darte este lugar especial en mi día a día, tú no tenías ninguna responsabilidad de hacer lo mismo que yo hice.
Admito que... llegué a amarte, pero para mí… amarte fue muy agotador.
Efectivamente fue muy desgarrador, pero también significó algo muy hermoso y no niego que me gustaría volver a experimentar eso de nuevo. Sí… Quiero volver a amar a alguien, pero ahora de una manera sana y sin desgastarme emocionalmente. O tal vez en realidad el amor sea así de cansado y yo sólo quiero ignorar este acontecimiento.
Una vez tú me dijiste que me amabas, pero… ¿de qué manera me amaste? ¿llegaste a enamorarte también de mí? Sinceramente no lo creo y tampoco espero que sea así, puesto que pienso que la herida dolería aún más si nuestros sentimientos fuesen correspondidos.
Considero que, el tiempo en el que nos conocimos fue perfecto y que la distancia que hemos estado teniendo nos puede ayudar a cicatrizar las heridas para así crear otro tipo de amor, ya sea para compartirlo o poseerlo individualmente.
Tal vez estoy sonando algo idealista, pero me gustaría que nuestro amor renazca y se vuelva más fuerte, provechoso e independiente. No tengo ningún problema en volver a tenerte en mi vida, pero por ahora no considero apropiado reencontrarnos, sino en otro momento.
Si es que llega el día en el que nuestras miradas se topen y nuestros alientos estén preparados, yo te prometo que esta vez expresaré todo los sentimientos que esté teniendo por ti.