≪ ◦ ❖ ◦ ≫Capítulo 3A≪ ◦ ❖ ◦ ≫

Decido intervenir antes de que sigan hablando al mismo tiempo, ya que será imposible continuar. Lanzo un agotador suspiro, me levanto de mi silla y camino hacia el joven. Con una voz firme, pido que hagan silencio. Sorprendentemente, obedecen y les propongo levantar la mano si desean hablar, anotando sus nombres en una esquina de la pizarra y asignándoles turnos.

El joven me agradece con una sonrisa de alivio, borra rápidamente lo poco que había escrito y comienza a redactar lo que las personas van comentando. Observo atentamente mientras las ideas se plasman en el pizarrón:

1.- Pérdida de agua y comida.

2.- Robo de objetos personales, con patrones sospechosos.

3.- Desaparición de suministros médicos.

4.- Reportes de ruidos extraños, sin identificar su origen

5.- Sospechas sobre personas infectadas con el virus.

Al terminar de leer, me sorprende descubrir que están sucediendo otras cosas de las que yo no tenía conocimiento. Sólo era consciente de que tal vez alguien estuviera tomando más alimentos, pero nunca imaginé lo demás.

➤Capítulo 4 aquí